El filosofo surcoreano rescata textos del “El Principito” Con El Fin De demostrar como el capitalismo destruye los lazos de apego.
Adriana Lorusso
Editora sobre civilizacion asi como columnista sobre Radio lateral.
Comparti esta Nota
En “El principito”, sobre Antoine sobre Saint-Exupery, Existen una escena que ilustra lo que resulta una cosa querida. En ella, el diminuto principe encuentra un zorro. Invita a este a jugar con el novio. El zorro accede, pero no puede jugar con el, puesto que el novio no lo ha “domesticado”. El pequeno principe pregunta al zorro que seria “domesticar” (“apprivoiser”). an esto responde el zorro: “Es alguna cosa demasiado echado en el olvido [. ] quiere decir producir lazos [. ] Todavia nunca eres Con El Fin De mi mas que un crio parecido a otros cien mil ninos. Y no ha transpirado no te necesito. Y no ha transpirado tu tampoco me necesitas. Nunca soy para ti mas que un zorro semejante a otros cien mil zorros. Sin embargo, si me domesticas, tendremos necesidad alguno del otro. Tu seras Con El Fin De mi unico en el ambiente. Yo sere para ti unico en el mundo. ”.
de este modo, el capitalismo destruye sistematicamente los lazos. Las cosas queridas Ademi?s son raras en el presente. Dejan paso a las productos vales de descuento joingy desechables. El zorro continua: “Los hombres debido a nunca deben lapso de reconocer nada. Adquieren cosas Ahora manufacturadas a las comerciantes. Sin embargo, igual que nunca existen comerciantes sobre colegas, los varones debido a nunca deben amigos”. Actualmente, Saint-Exupery podria encontrarse afirmado que ahora Asimismo hay comerciantes sobre amigos con nombres como Twitter o Tinder.
Unicamente luego de su coincidencia con el zorro, el principito se da cuenta sobre por que su rosa seria tan unica para el novio: “Es an ella a quien protegi con el biombo [. ]. Es an ella a quien escuche quejarse, o alabarse, o inclusive en ocasiones callarse”. El principito le da lapso a la rosa “escuchandola”. “Escuchar a otro”. Quien verdaderamente audicion, “presta consideracion” desprovisto reservas a otro. Cuando nunca se presta amabilidad a otro, el yo vuelve a levantar su inteligencia. La “debilidad metafisica por el otro” seria constitutiva sobre la “etica del escuchar” como etica de la compromiso. El ego que se fortalece seria incapaz de escuchar, por motivo de que en la totalidad de zonas unico se oye hablar a si exacto.
El corazon late ante el “otro”. Tambien encontramos al otro en las cosas queridas. A menudo son un agasajo sobre otro. En la actualidad nunca tenemos tiempo de el otro. El lapso como tiempo del yo nos permite ciegos para el otro. Solo el lapso del otro crea los lazos fuertes, la aprecio desplazandolo hacia el pelo Incluso la colectividad. Es el lapso bueno. Mismamente deje el zorro: “Es el tiempo que has perdido con tu rosa lo que permite a tu rosa tan fundamental [. ] Los hombres han olvidado esta certeza [. ] No obstante tu no deberias olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable sobre tu rosa”.
El zorro desea que el reducido principe le visite invariablemente a la misma hora, que realice sobre la visita un rito. El principito le duda al zorro que seria un ritual. A lo que el zorro responde: “Es una cosa igualmente demasiado olvidado [. ]. Seria lo que permite que un jornada sea diferente de las otros dias, una hora de estas otras horas”. Las ritos son estrategias temporales de clausura. Hacen del “ser-en-el mundo” un “estar-en-casa”. Son en el tiempo lo que las cosas en el espacio. Estabilizan la vida estructurando el lapso. Son “arquitecturas del tiempo”. Sobre este estilo, hacen que el tiempo sea habitable, tambien transitable, igual que la morada. El lapso sobre hoy carece de una estructura solida. Nunca resulta una morada, sino una usual. Ninguna cosa la detiene. El tiempo del apresuramiento no es habitable.
Tanto las rituales como las cosas queridas son polos sobre descanso que estabilizan la vida. Las repeticiones los distinguen. La compulsion de la creacion y el consumo suprime las repeticiones. Desarrolla la compulsion hacia lo nuevo. La documentacion tampoco es repetible. Bien por su corto lapso sobre contemporaneidad disminuye la duracion. Desarrolla una compulsion hacia estimulos siempre nuevos. En las cosas queridas nunca caben estimulos. Por eso son repetibles.
La expresion francesa “apprendre par c?ur” (“aprender de memoria”) supone comprar mentalmente una cosa por repeticion. Unicamente las repeticiones llegan al corazon. Asimismo su ritmo se debe a la repeticion. La vida de la que se ha alejado toda repeticion carece sobre ritmo, de latido. Igualmente el ritmo estabiliza la psique. Da una manera al tiempo, que seria en si similar un elemento inestable: “El ritmo seria el triunfo sobre El metodo pequeno la condicion (adversa) sobre la temporalidad”. En la era de las emociones, sobre las arrebatos y no ha transpirado de estas experiencias, que son irrepetibles, la vida pierde manera y ritmo. Se torna radicalmente fugaz.
La era de las cosas queridas, la era del corazon, ha quedado atras. El corazon pertenece al disciplina zona.
En la paso de la vivienda que habitaba Heidegger se leia el versiculo biblico: “Por sobre de al completo posee tu corazon, porque sobre el novio brota la vida”. Ademas Saint-Exupery invoca el poder del corazon que da vida. Al despedirse del minusculo principe, el zorro comparte un confidencia: “Es muy sencilla: separado se percibe bien con el corazon. Lo fundamental seria invisible a los ojos”.